El Kily llega y Francisco no se quiere pasar un segundo más lejos de papá y salta a sus brazos, con la «complicidad» de Mirta, mamá del lungo nacido en Oliva. El mejor título.
La noticia deportiva de la semana lo tuvo al «Kily» Cristian Romero como protagonista. Y en la noche del viernes, su regreso a Oliva generó una movida entre familiares, amigos y gente del básquet, que fueron a recibirlo en su llegada a la ciudad. La idea fue de su mujer, Gisela García, la que convocó a todos los familiares y el club Vélez hizo su parte movilizando a su gente. Lo aguardaron frente al salón Polideportivo con una bandera grande que decía «Bienvenido Campeón» y una gran ovación cuando su auto de color blanco traspasó la primera lomo de burro.
El «Kily» bajó y su hijo varón se le colgó de los brazos, hace dos meses que no ve a Francisco y a Sofía, y la primera emoción del campeón se hizo visible. Abrazos, felicitaciones y más abrazos… Lo rodearon todos para demostrarle su afecto y él, con la humildad que lo caracteriza, saludó a todos.
Llegó acompañado por otro campeón, Gastón Torre. El base oriundo de Las Perdices, que la rompió en el último partido, viajó desde Mercedes junto a Cristian y sus padres lo vinieron a buscar a Oliva para seguir viaje hasta su ciudad natal.
Volvió el «Kily» a su ciudad y su gente, orgullosa, lo fue a recibir. Se merece eso y muchas cosas más!!! Es un Gran Campeón y una excelente persona, por eso es tan querido. Por eso Corrientes, Mercedes, lo adoptó como propio. Seguro vendrán muchos festejos por delante, con sus amigos, con la gente del básquet. Él por ahora quiere festejar pero con su familia, compartir con su esposa, con su hijo Francisco que pregunta y pregunta cuando viene papá y con Sofía, la nueva integrante de la familia que solo pudo ver cuando nació y después seguir sus primeros meses de vida en fotos.
La gloria llega pero en el medio hay mucho de sacrificio. Cristian lo sabe. A disfrutar ahora. Bienvenido CAMPEÓN.