LA NAVIDAD GAUCHA VOLVIÓ A EMOCIONARNOS. LOS HUAYRA, FACUNDO TORO y LA MISA CRIOLLA.

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NG 2 NG 1El éxito marcó la 55ª Edición de la Fiesta Nacional de la Navidad Gaucha. Casi 10 mil personas pasaron por el predio en Plaza Gral. Paz en las dos noches. La actuación estelar de Los Huayras el Domingo, el cierre a la manera de Facundo Toro con un show imponente, el lunes y la Misa Criolla interpretada de manera conjunta por la la Banda de Música del Museo Nacional Malvinas, el Coro de la Asociación Italiana Giuseppe Mazzini, músicos y artistas locales en las dos jornadas, fueron los momentos más importantes de la gran Fiesta.
Pese a suspenderse la primera jornada prevista para el sábado 16, tras la recomendación que llegaba desde Defensa Civil Provincial por alerta meteorológico, la nueva edición de la Navidad Gaucha en Oliva fue casi impecable.
El Domingo fue entonces la primera jornada y la grilla del sábado fue reprogramada casi en su totalidad al lunes. Solo Los del Suquía no pudieron estar por compromisos anteriores.
En la jornada inaugural la propuesta musical más convocante fue la de Los Huayras, que dejaron un impecable show. Antes, estuvieron la escuela de baile José Carrizo, y la música de Stefy Gonella, Alma Folklórica, Los Ctalas y los Diableros Jujeños en el cierre. La Misa Criolla abrió la noche con una espectacular puesta en escena y la liturgia. La emoción de la Misa Criolla se multiplicó tanto, que el lunes, hubo que repetirla a pedido del público. La elección de la 6ª Reina Nacional de la Navidad Gaucha recayó en la joven estudiante del ISCO, Julieta Guevara, de 16 años.

El Lunes, la noche de cierre, en jornada laborable, volvió a ser superada por la respuesta popular.  El bufet mostró a su estrella: el locro elaborado por el Sr. Moris. Una exquisitez que se repite año tras año, aunque, especialmente el domingo, muchos se quedaron con las ganas, porque la gente «barrio» el patio de comidas.
La Misa Criolla volvió a emocionar hasta las lágrimas y no son pocos los que piensan que puede estar también en otro escenario nacional. Beatriz Irazuzta y Roberto Rossi hace rato son emblema. Un espectáculo de jerarquía.
Después, el escenario fue dándole lugar a la música. Los Herederos, un grupo de Las Junturas que suena muy bien, Gustavo Arce dejó su música y su vibra. Iván Casas, un momento del cancionero popular casi único, que volvió a emocionar a toda la plaza y en especial al propio artista cuando recibió en el escenario a su pequeña hija, que bailaba. Los Campedrinos fueron el soporte inmediato de Facundo Toro, que en el cierre del festival, entregó lo mejor de su vasto repertorio, invitó a compartir escenario a Iván Casas y cantaron juntos. Y la química entre el artista hijo de Daniel Toro y la gente volvió a reflejarse en una plaza que se «bailó» todo.

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