El cuarto juego de la serie de reclasificación fue un P-A-R-T-I-D-A-Z-O. Para mí, el mejor de los que se jugaron hasta aquí. Fue tal la paridad en todo el partido que a 28 segundos del final cualquiera lo podía ganar. Independiente tuvo el triunfo en sus manos cuando sacó 4 puntos de ventaja (83-79) con el doble de Álvarez y la bomba de 3 de Ramallo en el ataque siguiente; pero «9» resucitó con el triple de Assum, la tapa de Melo y los libres del goleador para volver a liderar (85-84) y empezar a torcer el rumbo.
Todas la emociones estuvieron presentes en este partido, ninguna faltó a la cita. Y la suerte o el destino decidieron quien iba a ganar.
A nadie en todo el estadio José «Gordo» Albert se imaginó que a Martinez, a falta de 28 segundos, la pelota le iba a pegar en la zapatilla y se escaparía por la línea del costado. El base que tantos partidos definió con éxito en esos instantes finales, tuvo la mala «pata» y perdió una pelota que podría haber sido la de la victoria.
Hoy, más en frío, podríamos ponernos a analizar errores de uno y virtudes del otro, marcar una jugada puntual que cambió el rumbo del partido, discutir si fue falta o no y cuestionar la actuación de los árbitros. Pero no… Me quedo con lo que entregaron los dos equipos en pos de la victoria, con el alto nivel de básquet que mostraron, con el fervor de la gente, con el sufrimiento, los nervios, la bronca y la alegría del final!!!
Gracias por el espectáculo que brindaron!!!Ganó 9 de Julio 90 a 86, igualó la serie 2 a 2 y el domingo, en Oliva, será una locura el 5to. Juego. Para no perdérselo!!!
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