Alexis Montiel corre con la boca llena de gol. Unos segundos atrás había metido un espectacular derechazo desde 25 metros que se metió en el ángulo. Independiente de Toledo aseguraba su pasaporte a la final.
Cambia, todo cambia. Independiente de Toledo lo hizo. Cambió Y cómo. Uno debe suponer que el artífice de «todo esto» no es otro que Daniel «Miliki» Giménez. Qué vimos ?. Un equipo convencido. Que jugó a pleno. Nada de medias tintas, dejando en claro en cada metro, que quería ser finalista. Que había ido hasta Laguna Larga, a la casa del gran candidato, a jugarle de igual a igual. La primera chance neta de gol fue para el local. Paulo Cortiana la tiró alta a los 34´, pero la visita cerró mejor con Elvio Rivarola exigiendo al «Toro» Loyola en un TL y tras el tiro de esquina, un cabezazo quedó en el techo del arco local.
En el complemento, en 20 minutos, se produciría una jugada determinante. Antes, Joel Toledo había tenido el gol en su cabeza, pero remató desviado. La jugada clave: Pelota larga que Loyola descuelga con facilidad, pero en acción seguida, tiró un codazo que impactó en el rostro de un adversario. Penal y roja. Nadie protestó, por evidente. El juez que llegaba de frente, no tuvo otra opción que expulsarlo. Lo ejecutó Kevin Ochoga, fuerte, al medio y 0-1.
NOB tuvo un par de chances, pero el «diablo» de Toledo seguía bien parado. Capdevila marcó el segundo, pero se lo anularon por off-side – estaba ? – y Toledo con un TL y Soriano en una entrada franca, encontraron gran respuesta de Emiliano Orodá.
Antes del cierre, a los 42, Alexis Montiel -que había reemplazado a Rivarola- clavó un zapatazo en el ángulo. Golazo. 0-2. Clasificación asegurada.
El plantel del «Miliki» que hizo historia en el Juan Enrique Verdichio. Ganó con claridad el partido revancha y está en la final.
El plantel del «Gota» que cayó ante el diablo rojo. Pudo ser el último partido de Walter Obregón como DT leproso.
El final del partido en Laguna Larga. Independiente de Toledo clasificado a su segunda final de liga, festeja con todo. Bien.
EN VILLA DEL ROSARIO, JUVENTUD CATÓLICA Y OTRA DE LA «TOTA»….
Es que jugará como DT su cuarta final en torneos de liga. Desde aquel debut en el clausura 2012 con las riendas de Flor de Ceibo, disputó dos finales con IDSC – ganó una, clausura 2015 – y ahora, el turno del religioso. Solo hay elogios para otro DT que cambió la realidad. Hernán Medina y el profe Mariano Canello hicieron un trabajo poco menos que impecable. Poco ruido – solo llegó con nombre Miguel Alejandro Zamora – y mucho trabajo para darle al religioso un funcionamiento basado en conceptos claros. Así construyó a la «J finalista», con el Chizo Mariano Segovia poniéndole fútbol y experiencia, con Maxi Caffot apareciendo menos en cantidad, pero manteniendo calidad. En el medio, Fede Alarcón y los tiempos, para administrar momentos de defensa-ataque.
El domingo, en el Lizardo Ramallo, también hizo historia. Ganó con claridad, también a partir de un momento determinante. La lesión del «Gato» Flores. Cuando el partido – ó el rival – te da la oportunidad, hay que saber ganarlo. Eso pasó. Maxi Caffot y el «Fili» chico, Facundo Peralta – hijo del múltiple campeón delantero Fernando – le dieron el triunfo y la diferencia necesaria para pasar por un gol de diferencia.
«Miliki» y la «Tota», no hay lugar para nadie mas.
El tricolor no pudo en su cancha. Pese a ganar de visita 2-1, cayó 0-2 en el Lizardo Ramallo y se quedó en el camino. Sigue el
«Tano» o habrá cumplido un ciclo ?. Exitoso por dónde se lo mire. 4 campeonatos, 4 clasificaciones, 1 título obtenido. Bien.