Así festejó Independiente de Toledo, con su gente, el pasaporte al partido decisivo. Puede ser campeón por primera vez en su historia.
Mucha gente, un perfecto operativo y una justa victoria fue el resumen de la 2ª final del clausura 2018. Toledo recibió un gran partido y estuvo a la altura. Andrés Merlos arbitró con alguna queja visitante, pero bien en general.
El partido mostró al local bien decidido a comunicarle a todos su intención: Ganar el partido. «Miliki» echó mano y le dio la titularidad a dos que en Río Segundo habían entrado bien. Rodrigo Manieri y Alexis Montiel fueron titulares. La lesión de Capdevila era una baja ostensible. Castellano (9) lo reemplazó en gran forma. Olguin acompañó a Vassia en la recuperación y Ochonga tuvo más tiempo para la creación, y el barbado juega bien en serio.
La primera ventaja, antes del cuarto de hora, le dio tranquilidad al local. Jorge Furini ganó de aire y su cabezazo camino al gol, se desviaba en Alarcón y se metía en el arco de Franco Monnier. Iban solo 10 minutos de partido.
Católica salió a buscar el empate y estuvo a punto de conseguirlo. Sin demasiada claridad, pero intentando siempre contra Brandon Montiel. Pero el marcador de punta, que recibió amarilla en media hora, respondió siempre con acierto.
Igual, Zamora pifió el remate tras un centro atrás de Caffot y Furini salvó su arco tras un centro cruzado. Pero no podría transformaro al «Chizo» Segovia en el armador natural de su juego, porque saltaba su voluntad con pelotas largas.
En el complemento, Miliki protegió el retroceso con el ingreso de Lucas García, que imprevistamente se transformó en el otro goleador del partido. Cuando poco quedaba ya, desvió otro preciso tiro de esquina de Ochonga y 2-0. El jugador es el dueño de la pelota detenida y tiene fundamento esa decisión.
Católica tuvo una clara oportunidad, cuando un cabezazo llovido de Gastaldi, rebotó en el caño del travesaño. Hubo fiesta en Toledo. Su público acompañó inundando su sector de rojo y blanco. Vibró en cada jugada. También se ganó la finalísima.
El triunfo de los de «Miliki» fue inobjetable, mientras Orodá, el «Indio» Ibáñez y Ochonga se van definiendo como piezas fundamentales de un equipo que cree en sus fuerzas, una de sus grandes virtudes. Son dos equipos bien parejos, por eso, el buen partido de uno generalmente define la situación. Pasó en Río Segundo y volvió a pasar en Toledo. Los dos equipos se ganaron con legitimidad la GRAN FINAL.
La gente armó una marea roja y blanca. Vivió con mucha intensidad la gran victoria conseguida. Una multitud en Toledo.
Don Heredia acomoda sus cosas en el banco. El paramédico es uno de los más grandes de esta historia religiosa. Su gente acompañó en gran número, pero el equipo no pudo repetir la producción de la ida y cayó.
10´DEL PT, FURINI. El cabezazo de Jorge Furini (fuera de foco) ya abrió el marcador. Castellano (9) y todo Toledo lo festeja.
1-0. La pelota pegó en Fede Alarcón (que se toma el rostro) antes de entrar.
Kevin Ochonga – un notable jugador – se abraza con Jorge Furini. Brian Montiel ya se vuelve. Rodrigo Manieri llega. Era el festejo del primer gol del partido.
Lucas García entró en función defensiva, pero aquí anota el 2-0. A poco del cierre del partido, García, que había ingresado unos minutos atrás, definió el partido con este cabezazo.