El plantel de IDSC saluda. Fue la despedida de la edición 2018/19 del TFB. Muy buena campaña.
IDSC dio un paso más. Es probable que el nivel de jugadores que fueron llegando en esta etapa hayan generado una altísima expectativa. Y fue correspondida. Evitar la reclasificación fue un claro síntoma, superar en cinco juegos a su homónimo de Neuquén, recuperándose en una serie en el que perdió la localía en el segundo, para recuperarla en Neuquén.
IDSC quedó entre los mejores 16 del país, en la tercera categoría del básquet nacional. No está nada mal. Es cierto que uno se quedó con ganas de ver más minutos de algunos jugadores, pero nada más que eso. En lo demás, volvió a mostrar el profesionalismo de siempre, del principio al fin. La llegada de Andrés Mariani, Juan Pablo Wall y Pablo Walter pareciera deja una valoración positiva, pero siempre hay alguien, sobretodo en este orden nacional, que hace una apuesta más fuerte.
Pasó un nuevo Federal.
IDSC se transformó en uno de los equipos más importantes del interior. Se está acostumbrando a codearse con equipos que en su naturaleza, son palabra mayor en este deporte. El Nueve de Río Tercero, por ejemplo o el mismo Atlético Bell de Bell Ville. En su camino de play off, debió visitar la ciudad básquet por excelencia, la cuna nacional de este noble juego: Bahía Blanca.
El último partido en Oliva ante Villa Mitre, sirvió de muestra de alta competencia. Una pelota que no entró, lanzada desde las manos de Wall, cerró el camino, pero no la huella.
A seguir.
La cámara de FOJA TV y Foja Cero en el tramo final del cuarto juego en Oliva: 87 para IDSC, 88 para Villa Mitre.
El equipo bahiense es puro festejo, tras el agónico triunfo en Oliva, que le da la serie. Fue 87-88, en la última bola.
Con corrección. Así se saludaron los protagonistas al final. Bien.