LIGA. DEFENSORES DE PILAR CAMPEÓN DEL TORNEO APERTURA 2019. UNA VERDADERA FIESTA DEPORTIVA. PILAR EJEMPLO. FOJA TV.

DEFE CAMPEÓN 2MANUEL. El dueño del gol más preciado está en medio de semejante locura. La gente delira en el alambrado. Los jugadores unos centímetros más acá. Rodríguez, el «Chin» Rodríguez lo hizo. Golazo. Historia pura. 

LE GANÓ LA FINAL A SU CLÁSICO RIVAL. LA SEGUNDA ESTRELLA LLEGÓ EN UNA VERDADERA FIESTA DEPORTIVA.
Defensores de Pilar se coronó Campeón del Torneo Apertura de Primera División 2019 que organiza la LIF. Lo hizo derrotando en la 2ª final a su clásico rival, Central Córdoba de Pilar, 1-0. La crónica dice que fue el DOMINGO 28 DE JULIO DE 2019. Fue merecido y legítimo el triunfo de los dirigidos por Santiago Inaudi. Pero la obtención de la segunda corona del Vikingo (ganó el título en 1981, cuando se jugaba un solo torneo todo el año) debe ser destacada por el hecho deportivo, pero también, por el significado social. PILAR DIO UN EJEMPLO digno de imitar. El Defe celebró sin grandilocuencias, Central se la «bancó» reconociendo a su vencedor. Eso es dignidad. Y hoy, vale oro.
En lo estrictamente futbolístico hay un par de imágenes: el acierto en la elección del marcador para intentar anular a Damián Solferino. Arce fue determinante. No logró anularlo definitivamente, pero sí, controlarlo. Y la trascendencia de la marca asignada al ex jugador de Talleres tiene una prueba a la hipótesis de que dejarlo libre sería casi un suicidio. La ÚNICA oportunidad clara que tuvo en los 180 minutos, la mandó a la red. Sucedió a los 31´del PT en el Rafael Aquino Reynoso.  David Ramallo decidió anularlo a instancias del juez de línea, Gastón Benavídez. Estábamos fuera de posición para levantar valoración. Nos dejó la duda. A los jueces no. Igual, lo de la terna arbitral fue bueno. Esa duda, nada mas. David Ramallo, Gastón Benavídez y Mariano Peñaflor, de CAFFUC, estuvieron a la altura, como Fede Valle, David Penninger y Brian Chiaraviglio en la ida.
Otra decisión influyente en la llave final: la posición de Lucas Giménez como media punta, suelto, libre para inventar. Esa decisión tuvo éxito: hizo de cada avance un taque serio. Y el complemento de esa pequeña teoría está en la compleja tarea del DT Campeón. Excluir a Santillán en un partido semejante, no es otra cosa que un lujo que pudo darse por contar con un plantel largo, lleno de ricas variantes.
Lucas Giménez fue clave. Hizo un gol en la ida, fue figura junto a JCS y en la revancha sirvió un centro largo y casi sorpresivo, para que la parábola invertida – se aleja del arco a media que cae – la depositó en la cabeza del «autor del gol del título: Manuel «Chin» Rodríguez». El marcador, que no estuvo en el «11 de Febrero», hizo el gol soñado. En una final, ante el clásico adversario, para ser el chico que hizo «ese gol», del que nadie podrá olvidarse. Metió un testazo infernal que dejó sin respuestas a Franco Nieto.
Es probable también, que los dos mejores arqueros del presente liguero hayan estado en cancha ayer. Tabernero sacó otra vez, un par de pelotas muy difíciles, es especial esa que alcanzó a desviar, el caño lo ayudó y después… esa toquecito de suerte que todo campeón debe tener: le dio en la espalda y salió. La mayoría de las veces, tras dar en la espalda del arquero, entra. Esta vez no.
Por eso fue una fiesta por donde se la mire. Los jugadores hicieron su parte para que reinara la paz, los dirigentes y también los entrenadores. Los hermanos Cristian y Diego Moreno y Santiago Inaudi y la chueca Romero y el «loco» Daniel Mercadal (como le decimos nosotros con afecto), todos. No hubo alcahuetes, solo CT que ganaron o perdieron.
Aplaudir al otro es ser valiente. Y es doble el valor, cuando sabes que es imborrable. No solo por eso es destacable lo del Ferroviario. Pero también por eso. Su fútbol fue neutralizado. El Defe logró minimizar el enorme aporte futbolístico que cada domingo puso Solferino. Lo de Arce fue impecable. También lo de Solferino. Que se la bancó. No le echó nunca «la culpa al árbitro». Se la bancó que esta vez su marcador le ganara. Nadie ensució el partido. Ganó el mejor. Punto.
Ni siquiera hubo drama en el gol anulado en el PT. Sí alguna queja final, porque el jugador sabe que ahí pudo cambiar la historia. Todos lo sabemos.
Los dirigentes fueron determinantes en todo esto: hubo planificación, sin pretendidas avivadas, sin sacarse ventaja. Los jugadores ayudaron y mucho. De adentro hacia afuera no hubo actitudes traicioneras. Solo un grupo de deportistas afrontando con altura el partido más importante en la historia pilarense y para muchos, el de su vida. Porque como dijo con lógica mesura el DT Campeón «…es que somos todos amigos, nos conocemos… y mañana tenemos que vernos en el laburo o dónde sea… fueron solo 90 minutos de fútbol y después la vida sigue». Por eso, a más de uno se le piantó un lagrimón cuando vio la enorme figura de Wilkins Zárate – el máximo referente del fútbol ferroviario – saludando al «Corcho» Gómez o al mismo Inaudi, demostrando su grandeza.
Fue tan bueno el espectáculo vivido, que nadie podrá decir ya, que las canchas de Pilar «son una cancha difícil». Son las canchas del mejor espectáculo deportivo de la LIF en muchísimos años a esta parte. Salud !.

DEFE CAMPEÓN 8

INOLVIDABLE. Manuel Rodríguez viene de convertir, a los 10 minutos del PT, un gol imborrable.

DEFE CAMPEÓN 10El título es una realidad… la arenga de Santiago Inaudi para su gente cuando el título estaba al alcance de la mano…

DEFE CAMPEÓN 5PERFECTA. Así definieron todos la marca de Arce sobre Solferino. Una de las claves de la final. Una multitud atrás.

DEFE CAMPEÓN 9EL RULO, PALO. La cámara de Foja Cero en dos secuencias del remate de Cristian Devalis. Tabernero, caño y afuera.

DEFE CAMPEÓN 6DOS BUENOS. Cristian Gabriel Barrionuevo y Mariano Ramírez. Dos buenos jugadores en el centro de la cancha.

DEFE CAMPEÓN 3Lucas Giménez y la gente. El «Oreja» se fue lesionado, pero tuvo su aporte determinante en las finales.

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