Norma y Domingo no se rinden. El dolor los atravesó ante la súbita desaparición de Mariela Bessonart y 20 años después siguen reclamando justicia. Era el 28 de setiembre del 2005, cuando Norma Beatriz Avaro y Domingo Bessonart comenzaron a vivir una pesadilla. Norma ya no vio regresar a su amiga y Domingo, a su hermana 13 años menor.
Este domingo 28 de setiembre de 2025, en la plaza principal de Villa María, cerca de las 11 de la mañana, recibieron a los medios de prensa comprometidos en la misma búsqueda: terminar con la impunidad.
Domingo comienza con un interrogante «¿Por qué sus hijos no la buscaron?, Algo saben, ¿Qué saben?». El dolor lo atraviesa como si fuera el 2005. Nada cambió su posición «A los hijos les pregunto, qué pasó, por qué nunca se movieron para conocer lo que pasó con su mamá» afirma molesto y agrega «el dolor de mi mamá, que no pudo despedir a su hija y se fue de este mundo sin saber qué le pasó».
Norma no está muy lejos del pensamiento de Domingo y la impasible reacción familiar generó (y genera), una inesperada y dolorosa sorpresa. «Pero cada uno lo lleva como quiere o como puede» dice Norma Beatriz Avaro.
Ella y Verónica, esperaron a Mariela Bessonart en Cafe Bar Argentino, el miércoles 28 de setiembre de 2005: «habíamos quedado de tomar un café, pero ella nunca llegó. Poco después de las 11 comencé a llamarla, pero nada. Cuando encontraron el celular de Mariela, cerca del cementerio de Alta Gracia, estaba el registro de mis llamadas».
Un testigo ocasional -y clave- afirmó en plena investigación, haber visto que Rodolfo Delpino y Mariela Bessonart salieron de la ciudad juntos, pero el ex esposo de la desaparecida mujer lo negó y dijo haberla dejado en inmediaciones de una entidad bancaria, en pleno centro. Esa coartada se cayó, ya que las cámaras de seguridad nunca ubicaron a Mariela cerca del lugar al que afirma Delpino haberla llevado. Cada paso de su desaparición, la reconstruye con su recuerdo Norma. Conoce la causa y cada detalle de la misma. Por eso lucha por la verdad, para que no quede impune.
Todos los caminos conducen al mismo lugar y el único imputado en la causa es precisamente su ex esposo, padre de sus tres hijos, del que estaba separada al momento de su desaparición, pero con quien mantenía una cercana relación.
El hecho fue investigado primero por el Fiscal Gustavo Atienza que imputó a Delpino por «privación ilegítima de la libertad» y le dictó prisión preventiva.
Fue detenido en el 2006: estuvo preso 377 días. El Superior Tribunal ordenó su liberación.
16 años después, en el 2021, la fiscal Juliana Companys reactivó la causa y amplió la imputación A HOMICIDIO CALIFICADO POR ALEVOSÍA, con fecha de juicio para el 20 de diciembre de ese 2021, pero por recursos de los defensores de Delpino, se suspendió.
Pese a la dilación de la causa, Norma y Domingo dicen «Esperemos se haga el juicio, que el caso no quede impune, porque necesitamos saber, qué pasó con Mariela. Nosotros la seguimos esperando».
NORMA AVARO, AMIGA Y UNO DE SUS HERMANOS, DOMINGO BESSONART, SIGUEN PIDIENDO JUSTICIA.
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