LA TRISTEZA DE LA DERROTA NO EMPAÑA LA EVOLUCIÓN QUE HAN TENIDO LOS PIBES DE INDEPENDIENTE

BÁSQUET / LIGA DESARROLLO.
Por Federico Cravero.

He tenido la suerte de ver a estos chicos cuando llegaron al club y verlos ahora. Y es impresionante el crecimiento que han tenido cada uno de ellos.
Algunos hacen dos años que están, dos años y medio, otros menos. Todos llegaron con la ilusión de ser jugadores profesionales e Independiente les brindó ese lugar, para que se desarrollen, para que crezcan, para que se equivoquen, para que aprendan. En el ámbito deportivo y también en la vida misma, porque estos pibes de 18… 19… o 20 años, vinieron a Oliva en busca de ese sueño y en Oliva también aprendieron a vivir. Solos, lejos de sus padres, del resto de su familia, lejos de su lugar de origen.
Esta temporada de la Liga Desarrollo fue distinta a las demás. Había una base de jugadores que continuaba y llegaron Lucas Aragón y Jorge Díaz Giménez, que sin dudas, potenciaron al equipo.
Y el equipo empezó a mostrar dentro de la cancha que estaba para pelear arriba y así lo hizo, ganando y ganando. Jugó toda la temporada bien, cosechó 32 triunfos y apenas 6 derrotas y se ganó, con total justicia, el derecho de jugar la final.
Y todo plantel que llega a una final quiere ganarla… Y con ese sueño viajó Independiente a La Rioja.
La espera se hizo larga, bastante larga, un mes!!! para que la organización se decidiera y definiera la fecha y la sede, y un formato de juego al que no estamos para nada de acuerdo. Pienso en Regatas y en el propio Independiente, que hicieron 600 km o más, para jugar un partido y volverse.
Las condiciones estaban dadas y había que afrontar el partido semifinal con todos los sentidos puestos, porque no había mañana si perdías. Y entre Riachuelo e Independiente notamos una diferencia, que quizás sea la que terminó inclinando la balanza. El local se mostró confiado y pudo hacer su juego, Independiente lució incómodo y siempre le costó imponerse.
A pesar de ello, el juego fue parejo, Independiente corrió siempre de atrás pero Riachuelo no podía escaparse en el marcador, y cuando lo hizo (llegó a sacar 13 puntos promediando el 3er cuarto) llegó la reacción del conjunto de Oliva para volver a meterse «en partido».
El último cuarto fue el más dramático y el más emocionante. Los triples que venían siendo esquivos, empezaron a entrar y los dirigidos por Rossotto encontraron en ese momento su mejor andar. Apareció Jorge García, que venía teniendo un partido complicado por la férrea marca rival, y la cosa pareció encaminarse. Pero Riachuelo tenía otros planes, volvió a la carga, encontró puntos en las últimas posesiones y con mucha marca y corazón se quedó con la victoria, por un ajustado 78 a 75.
La tristeza invadió a los chicos de Independiente por no poder lograr eso que tanto querían, y seguro durará algunos días más ese sabor amargo de la derrota.
Pero a pesar de no poder ponerle la frutilla al postre, el postre estuvo rico igual. Y que un resultado no cambia en nada lo conseguido por estos pibes. Ellos y el cuerpo técnico nos demostraron que con trabajo, tenacidad, con esfuerzo y con paciencia, las cosas pueden lograrse.

Fotos: Javier Centeno, prensa Liga Nacional.

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