Aunque es una carrera individual que te exige lo máximo que puedas dar para llegar a esa tan ansiada meta, si vas en grupo, acompañado de familia y amigos, se hace más sencillo.
La edición N° 22 del “Desafío al Río Pinto” fue la más larga de su historia (se amplió de 82 a 86 km de recorrido) y tuvo récord de participantes: 5126. Entre ellos estuvo un grupo de olivenses, hombres y mujeres, que se prepararon durante varios meses para cumplir el sueño de llegar a la meta.
Esta fantástica prueba de mountain bike, considerada “la mayor competencia de Latinoamerica”, ha tenido en el último tiempo una nutrida participación de ciclistas de nuestra ciudad, pero en los últimos años esa concurrencia, por diversos motivos, fue mermando.
En esta oportunidad fueron 12 los intrépidos ciclistas, algunos con la experiencia de haber corrido ya varios, otros con los nervios y el miedo de hacerlo por primera vez. Y allí es donde el grupo ayuda, porque los de mayor destreza imprimen de confianza a los novatos, te “trabajan” la cabeza para que no decaigas y te empujan a seguir a pesar de las muchas adversidades que te presenta el recorrido. Los que van a acompañar y no corren están cerca tuyo, por si te falta algo o tenes algún problema, como el “gallego” Fernando Cerbán que a pocos km de terminar le dio un “empujoncito” a Susana Isaurral, o como el “flaco” Canelo, que no pudiendo ser parte de la competencia porque se lesionó días antes, acompañó al grupo y la noche previa controló cada una de las bicicletas para que estén en óptimas condiciones.
Como diría el periodista Roberto Battaglino, el Río Pinto se “corre con el alma” y estos 12 ciclistas de Oliva lo hicieron así, dejando todo entre medio de algunas lágrimas y los varios calambres.
Susana Isaurral, Verónica Lencina y Mariana Albanesi fueron las 3 mujeres que participaron; Fernando Aguirre, Román Massei, el “negro” Gabriel Mattis, Juan Ramón Cuello, el “Tito” César Alonso, Manuel Quinteros, Emmanuel Ferreyra, Claudio Lancioni y Cristian Díaz, el grupo de 9 hombres.
Para ellos que no son profesionales del ciclismo, llegar, sentir esa sensación de haber cumplido tan exigente objetivo, vale más que cualquier premio. Felicitaciones!!!