Por Fede Cravero. Relator y periodista de FM Joven & Foja Deportes
Una victoria clave y con valor agregado. En el momento justo y cuando el corazón ya no resistía una emoción más. Independiente se dio el gusto de ganarle a 9 de Julio de Morteros en las semifinales de la Liga Cordobesa, cortándole la racha de 17 partidos ganados que ostentaba el patrio. Fue un triunfo sufrido, agónico, y como consecuencia muy festejado. Una victoria que este equipo se merecía por lo hecho una semana atrás en Morteros.
La historia pareció repetirse en el final del juego, como ensañándose con el conjunto de Oliva. Independiente estaba arriba en el marcador por 9 puntos, faltaban por jugar cerca de tres minutos y «el 9»,a fuerza de triples, se puso a tiro igualando el marcador. Lo que se había dado en el primer partido de la serie en Morteros se repetía en Oliva. Fueron y vinieron, doble aquí, libres allá y el partido igualado en 89 para ir a suplementario.
Los que habíamos estado en Morteros nos preguntábamos si el final iba a ser el mismo que aquel primer juego. Pero esta vez la historia fue distinta.
En el tiempo extra el local lució entero, con resto y una tenacidad digna de destacar. La gente que acompañó en gran número le dio el plus que necesitaba con el aliento y el combo fue invencible. Parcial de 7-1 en el arranque para escaparse nuevamente y nunca más volver a sufrir. Triunfo épico, necesario, vital. 97-94 y hasta el domingo.
El «pelado» Alvaro Imaz fue la figura y goleador del juego con 27 puntos, muy bien acompañado por Alvarez (22), Ottani (13), Fazzini y Chialva (12). En la visita, el base Martinez y Luciano Festa fueron los mejores, anotando 21 puntos cada uno.