Un claro y contundente triunfo consiguió Vélez en la tarde del domingo. El 0-3 refleja lo producido por uno y por otro, en especial en el arco rival. De esta manera, el equipo dirigido por Exequiel Andrada quedó cerca del pasaporte a la próxima ronda. Pero sólo eso. La zona se muestra como la mayoría imaginaba. Muy disputada hasta el final.
Vélez, compartiendo la segunda colocación con Unión en puntos (18), pero tercero por el partido entre sí, puede ganar el grupo, pero también quedarse afuera.
Es que el calendario inmediato señala que recibirá al NOB del «Tano» Spallina, que pugna por un lugar entre los clasificados y jugará en el «Rosario Vera», un partido casi decisivo y en la última fecha, será visitante del líder e invicto Asociación Luque.
Pero en el estadio «11 de Febrero» del Defe, el equipo de Oliva dio un paso más en busca de afianzar sus pretensiones según lo que muestra en cancha. Con una actuación sobresaliente de Leandro Giubergia, que anotó su primer doblete en primera división -debe ser uno de los pocos zagueros en lograrlo en los tiempos modernos, sin ejecutar penales- se permitió establecer las reglas de juego. Con la precisión de Leo Maldonado y la siempre criteriosa participación de Gerardo Flores por una de las bandas, asociados con el retroceso de Barolo, le dieron claridad a la generación. Sin que ninguno se hubiese acercado a los arcos, el de Oliva lo resolvió. Primero cuando (a los 21´) Maldonado levantó una pelota detenida camino al área, que cayó en el justo movimiento de Giubergia y el capitán venció a Jacob con un cabezazo esquinado. 0-1.
Joaquín Vélez fue un buen reemplazante de Mariano Del Pino. Lo soltó a Temporini, que siempre suma juego.
El segundo llegó después de un ataque local. Valentín Musso aceleró por derecha y Barolo la sirvió al medio. Lo otro lo hizo Flores. Toque suave por encima del arquero: 0-2 a los 33´.
El Defe complicó a Vélez con el habilidoso Joel Pérez, pero se quedó demasiado solo y Ulises Junco terminó controlando al zurdo extremo izquierdo. Otro que hizo un aporte, aunque intermitente, fue Emiliano Ríos, volante derecho del Vikingo.
Siempre respondió bien Cascé. Hubo dos pelotas importantes. Pero especialmente el zurdazo de Rojas cuando el partido estaba cerca de cerrarse. Cruzado, bajo. El 1 transmitió lo de siempre.
El tercer gol llegó cuando los dos estaban con 10, en el descuento. Matías Barolo había sido amonestado y en un forcejeo se fue a las duchas con la roja que le mostró Penninger. Un minuto más tarde fue Manuel Rodríguez el que siguió el mismo camino. El Defe empujaba con el capitán Paoletti y Juan Lamberti, y la habilidad de Joel Pérez alimentaba el peligro. Pero Giubergia cortaba todo. Cuando Vélez había cedido la pelota y se recostaba demasiado atrás, Diaz lo buscó a «Fito» Navello que la jugó al medio y el capitán se fue solo desde mitad de cancha. Cuando achicó Jacob, definió como delantero. Toque bajo: 0-3. Y partido concluído.
