Andaba siempre con una sonrisa. Radiante. Libre. Transparente. Así era Pablo Bossa, la “Chilindrina”, como le decían todos. Un tipo querible. Nosotros lo vimos jugar con la casaca de IDSC de pibe. Respetuoso y sencillo. Recuerdo como si fuera hoy cuando hacía “enojar” a don Gorosito, el utilero, usando un pantalón de otro color cuando salía a la cancha a precalentar. Falleció víctima de un infarto cardíaco en la mañana del pasado Sábado 20 de febrero. Tenía tan solo 44 años.
Seguro esta sobrevolando » uno siempre vuelve a esos lugares donde amo la vida» hasta siemrpe pablo