UN CANAL TELEVISIVO CONTÓ SU HISTORIA. PRIMERO FUE JEREMÍAS Y SU VIAJE EN BICI A TRABAJAR. DESPUÉS LA MOTO. MÁS TARDE SIN TRABAJO. JAVIER LE PUSO EL HOMBRO DESDE EL PRIMER DÍA DESDE EL COE. HOY SON COMPAÑEROS DE TRABAJO Y COMPARTIERON UNA TIERNA HISTORIA JUNTO A AGUSTO.
JEREMÍAS ROJO
– Contanos la linda historia que afrontaron.
Nosotros hacemos atención a pacientes positivos de COVID, seguimientos, control de signos vitales, monitoreo, y tenemos que tener en cuenta que los pacientes anímicamente no se encuentran bien, hay que darles apoyo psicológico, contención, porque estamos hablando de un aislamiento, entonces fuimos a la casa de esta familia, estaba el nene que se llama Agusto, a mi me movilizaba como padre, un nene encerrado, yo tengo hijos, se lo que es tener encerrado un nene en la casa, que no pueda salir a jugar, la angustia que atraviesan, prohibirles su libertad, al principio ibamos, lo invitabamos a ir al parque, y no quería ir, otro día se cruzó con nosotros al parque, jugamos a la pelota, estuvimos en la amaca, me emocionó mucho la felicidad del nene en la amaca, fue hermoso, a uno lo llena.
– Es decir, se fueron ganando la confianza con la visitas diarias.
Si, el nene quería ir a la plaza, pero nosotros vestidos así, el nene no nos conocía, salía hasta el frente y no quería, hasta que se animó, la felicidad que tenía en los ojitos, me llenó de amor.
– ¿Quién tomó las imágenes?
La abuela o la mamá.
– En esta familia se contagiaron todos…
Si, estuvieron todos en aislamiento, eso afecta mucho, psicológicamente se necesita contención, tener apoyo cuando uno esta mal, desde mi parte me pongo en el lugar de la otra persona, a esto lo hacemos en la mayoría de los domicilios que vamos, darle un abrazo, contención, jugar, llevarles globos a los nenes.
– ¿Cómo sigue el vínculo, lo ven seguido a Agusto?
Hace poco lo vi, cuando su mamá lo llevó a un consultorio para hacerle una revisación médica con el dr. Lucas Stefanis, en esa oportunidad frené mi vehículo, me bajé y lo saludé, el no me reconoció, se lo darán a conocer cuando sean grande.
– ¿La familia de Agusto está bien?
Si, tuvieron los síntomas esperados dentro del COVID, no fueron tan complicados, se encuentran dados de alta.
– ¿Ustedes están acompañados por asistentes sociales cuando visitan a los positivos?
En el COE contamos con la acción social, para darles apoyo a las familias que necesitan, cuando vemos que necesitan apoyo emocional, se anota en planillas, se cargan en sistemas, en el transcurso de los días los llama un psicólogo/a.
JAVIER BORDINO
– ¿La actividad que hacen ustedes es de todos los días o es de acuerdo a la cantidad de infectados?
El control médico se hace todos los días. Se controlan signos vitales mañana y tarde.
-¿Cómo se hace con esta temperatura cargar ese traje, taparse, cuidarse…?
La verdad que al calor lo venimos superando bastante bien, no quedamos bien después de todo eso porque terminamos agotados, pero las ganas de trabajar tapa el calor. La gente nos ofrece pero no podemos aceptarla, porque no podemos sacarnos el equipo de protección.
– ¿Cuántas personas componen el equipo de seguimiento?
Entre 6 y 8 personas. Hay dos enfermeras, paramédicos, médicos, todo de acuerdo a la cantidad de positivos que haya.
– ¿Vos conocías a la familia del nene que llevaron a jugar?
Si, yos los conocía, hermoso el vínculo, conozco a uno de los hijos, la mamá fue compañera con mi mamá, estudiaron juntas, también fuimos vecinos, alguna vez no hemos juntado a comer.
– Hay más de 30 domicilios, ¿cómo distribuyen la tarea?
Nosotros hacemos los domicilios que necesitan atención de los signos vitales, si los positivos no presentan síntomas, no se los controla, se los visita cada tanto, quienes tienen enfermedad crónica vamos mañana y tarde.
-Llegamos a tener 150 domicilios!!!
Hemos salido en dos grupos. Cuatro personas dando vueltas en la traficc haciendo controles.
– ¿Todos los reciben bien?
Si, algunos con enojo del encierro, piensan que lo hacemos al proposito, que les dan positivo a drede, se enojan porque no pueden ir a trabajar para darle de comer a sus hijos, varias circunstancias se cruzan, pero las mayorías de los hogares los reciben bien.