Y A UD, ¿CUÁNDO LE QUITAN LOS PUNTOS?

No maten al fútbol | «La pelota no se mancha».

Cuando uno camina sin mirar dónde pisa, suceden estas cosas. Te metés en un pantano y querés que todos se hundan en él. Eso pasa.

El pasado miércoles, la liga quedó afuera de la competencia en una nueva edición del Torneo Provincial de Selecciones sub-13 y sub-15. En las dos categorías no logró superar la primera ronda.
Lo deportivo no es motivo de análisis, ni de reproches (hay gente que cree que inventó el fútbol, las selecciones, esas cosas del poder supuesto…). Lo que pasó después, verdaderamente fue ocultado. Y este puede ser el principio del fin…

Cuando quedaban por jugarse más de 20 minutos del partido que el seleccionado sub-15 perdía ante San Francisco, el árbitro debió suspender el juego. Agustín Villafañe, uno de los dos mellizos, fue el joven árbitro.

Cuando se publicó que fue a consecuencia del ingreso de “un dirigente de liga” el partido se suspendió. El dirigente en cuestión, llamó y dijo textualmente “Voy a iniciar acciones legales, porque están faltando a la verdad. Yo solo entré a preguntar porqué había parado el partido, no se suspendió por eso”.

Es cierto que estábamos faltando a la verdad. Pero por lo NO publicado. Porque se desconocía lo que verdaderamente había sucedido…
La situación fue gravísima y puede tener consecuencias en ese tono, en especial conocido el fallo del HTD de la FCF, que cita a declarar a un grupo de jugadores por “supuesta agresión”.

En lo literal el partido no se suspendió por el ingreso de este dirigente, pero lejos estuvo de entrar “a preguntar”. Lo hizo de manera prepotente, mostrando credenciales con un claro sentido intimidante. Ahí se consuma “su invasión de cancha”, en el mismo momento que “una mujer, joven, estaba, con buena predisposición, sacando a los chicos de atrás del arco, que cantaban y gritaban contra el juez” y la cosa podría haber quedado ahí, si nadie ingresaba…

Y fue si, responsable directo de que los chicos se quedaran sin completar el partido. La situación pasó a depender de él y su manejo no estuvo a la altura. Un dirigente desbordado es solo un hincha con responsabilidades. Quita garantías e instala la situación en un límite. No hace falta ser detective para afirmar que el hecho fue de grave o gravísimo. El sub-15 fue expulsado del campeonato.

Cuando fue invitado por el árbitro a “dialogar” dentro del vestuario (hubo cinco personas. “El” dirigente, otro de la organización y la terna de jueces) su comportamiento fue entrando en razón, después de una discusión acalorada. Ese era “su momento”. Pero volvió a fallar…
Confirmada la no continuidad del juego, la cosa se puso peor…

Un grupo de jugadores del plantel sub-15 y parte o todo el CT o colaboradores, que esperaban jugar los minutos restantes, porque tenían a su rival deportivamente “contra el arco” y estaban con un jugador más, reaccionaron mal e irrumpieron en el vestuario cuando “él” dirigente les informó “tomen sus cosas, que nos vamos”.

Aquí, la cosa se desmadró y la situación terminaría con una denuncia penal por parte del juez del partido, que habría sido agredido. Potencial, porque no sería el primer árbitro que dice una cosa y hace otra.

La liga, desde hace un tiempo, ha iniciado el camino de las grandes sanciones a los clubes. Las dos o tres últimas finales en primera, la de tercera, etc, etc. Se señala que es una recomendación del COSEDEPRO. Aceptadas o no, las sanciones se cumplen.

Si hubo sanciones para hinchas, dirigentes de clubes, público, clubes, la liga deberá dar el ejemplo y sancionar a los suyos. A su/s dirigentes, a los responsables directos y/o indirectos de otro hecho bochornoso.

De lo contrario, debemos entender, que entraremos en un laberinto del que será difícil salir.

Y lo peor de todo: haciéndoles creer a los jugadores, que son menores en etapa de formación!!!, que en la liga de Quiñones (Flor y Marcelo), Chiarini, Dybala o la “Araña”, debe haber tolerancia cero a posibles errores de los otros, es más, que si un árbitro se equivoca hay que hacer justicia por mano propia. Denigrante.

Reclamamos la sanción del dirigente. Cuando los jugadores se equivocan, pagan, cuando los clubes se equivocan pagan.

Ahora les toca a usted/es ser sancionados. El motivo?. Cientos. Pero en especial, ser notablemente irresponsables en el manejo de grupo y quitarles a los chicos lo único que ellos quieren hacer: jugar. Hay muchos que se veían jugando la instancia decisiva en el Kempes, pero no… No podrá ser.

Un dato curioso: la persona que solía informar, primero envió una información equivocada del resultado del segundo partido del sub-15. Había sido empate y envió un “2-0, Facundo Pereyra x2″. Raro. Y a los incidentes, directamente, parece no los vio…

El que elige un pacto de silencio, tiene que saber que entra en un estadío de complicidad. Del que es difícil regresar.

Mire si hay para iniciar acciones legales!. Por todos lados. Si van a los provinciales con fondos que aportan los clubes, de manera genuina.
Es su responsabilidad contar lo que pasó. Les guste o no, a los que te llevan. Contar la verdad.
Mentir por whasapp no es delito. Mentir en un tribunal, si.

Tras la resolución del Tribunal de Disciplina de la Federación Cordobesa de fútbol, quedó al desnudo, que los grandes perjudicados son los deportistas. Son los únicos que perdieron su lugar: el de estar en una cancha. Porque los dirigentes, siguen estando en el suyo.

Y finalmente, un párrafo para quienes, desde sus redes, reclaman “se informe lo sucedido”.
¿Por qué no escriben ellos?. Por qué fogonean a otros, pudiendo ser ellos mismos, los que se expresen con total libertad?.
Será que el que no tiene un muerto en el placard, tiene un cementerio. Uyyyy no quiero hacer memoria.
Los que dieron asco ayer, no se reivindican hoy, con los errores de los otros. Siguen dando asco, solo que un poco más allá en el tiempo.

¿Por qué a lo largo y a lo ancho de esta liga, nadie escribió debidamente nada?. Los más osados, copiaron y pegaron, el resto ni siquiera eso. Y ninguno se encargó de “averiguar” lo sucedido.

Para ir terminando: Desde siempre, desde Inaudi, pasando por Sopranzi, el “Beto” Delfino o ahora Navello, he escuchado voces ultra críticas y descalificadoras, fuera de la liga ehhh…..
Pero en las asambleas, el lugar dirigencial por excelencia, todos miran para otro lado, en silencio. Después salen y dicen que todo es una “b…..”. Se ve que de mínima, les gusta el olor.

Y por último. No son los medios los que eligen a los dirigentes. Son sus pares. ¿Y si se hacen cargo alguna vez?.